
Cómo dos veinti-tanto-añeros sin mucho dinero que somos, Stewie y yo tuvimos nuestra primera cita en el piso compartido donde reside en Barcelona para cenar pasta a la carbonara. El plan no era muy original, pero pintaba muy interesante. Incluso compramos un zumo de naranja en una tienda de El Raval con letras en árabe, lo que significaba que, sin duda, sería una noche especial.
Conversábamos mientras preparábamos el condumio, hasta parecíamos un equipo de cocina al más estilo master chef, exceptuando mi lentitud y escasez de habilidades culinarias. Stewie tenía ganas de conocerme y yo ganas de conocerle a él. También teníamos mucha hambre, tantas que repetimos el plato dos veces, exprimiendo las ultimas caceroladas de pasta hasta arañar el fondillo.
En definitiva, esa noche cenamos de lujo y, sin darnos cuenta, empezamos a crear una amistad que transciende de esta entrevista o el papel.

Buongiorno Stewie, háblanos un poco sobre ti.
¡Hola! Lo primero que tengo que decir es que mucha gente cree que me llamo Stewie pero mi verdadero nombre es Petar Stantchev. Sobre mí, nací en Bulgaria y tengo 25 años. En Bulgaria estuve hasta los 7 años y luego me mudé con mi familia a Italia.
¿Cuándo empezaste a patinar?
Me acuerdo cuando tenía más o menos siete años y aún estaba en Bulgaria. Mi vecino tenía un skate y un día le vi y me dejo probarlo. Me encanto. Nunca me voy a olvidar de la primera vez que probé un patín. Desde entonces sabía que quiera patinar en mi vida, pero no fue hasta los 14 años cuando compré mi primera tabla.


¿Cuál fue tu local spot por aquel entonces?
Fue en Italia, exactamente en mi ciudad que se llama Ladispoli, a veinte minutos de Roma. Era una ciudad pequeña, pero había su spot local llamado Columbia, con su escena que patinaba cada día. Tuve la suerte de patinar ese spot porque justo tres meses que empecé a patinar lo destruyeron literalmente. Era una plaza perfecta y quitaron los bordillos y el cuarter que había porque los skaters hacían mucho ruido.
Desde ese momento la gente comenzó a dejar de patinar y la escena poco a poco se fue apagando. Incluso iba a patinar muchas veces solo. De hecho, nunca hubo un skatepark donde patinar. Gracias a esto lo único que podía hacer durante la semana es hacer flat o saltar cajas… y los fines de semana iba hasta Roma para patinar algo diferente. Así descubrí cuanto mola viajar, encontrar spots nuevos y conocer más gente.
Vaya putada que os quitaran la plaza, pero bueno, gracias a esto tuviste que moverte y te encantó. No hay mal que por bien no venga… ¿no?
Ya te digo. Después de eso, los siguientes años los pasé viajando por toda Italia, hasta que las ganas por descubrir y patinar sitios nuevos nos hicieron a mi mejor amigo Daniele y a mi visitar Barcelona.

«Las ganas por descubrir y patinar sitios nuevos nos hicieron a mi mejor amigo Daniele y a mi visitar Barcelona.»
En el tercer día de este viaje a Barcelona, me dí cuenta de que quería vivir aquí. Cuando volví a Italia hice la maleta para volver a Barcelona con un billete de solo ida. Llegué y los primeros meses fueron muy difíciles en Barcelona, porque no sabía el idioma, incluso no sabía que significaba “¿Qué tal?” en español, por lo que encontrar trabajo fue muy duro.
He de decir que no tener trabajo tenía sus ventajas ya que he podido patinar varios meses todos los días sin parar, además de conocer la ciudad y a mucha gente.
¿Cómo te fue entonces?
Finalmente acabe encontrando un trabajo con horario nocturno, que me permitía patinar cada día. Aun sigo trabajando en esta empresa y estoy muy agradecido, ya que puedo seguir patinando todos los días y llevar a cabo proyectos más personales.
Qué bien tío, cuanto me alegro! Me puede la intriga, ¿nos puedes contar un poco más sobre tus proyectos?
Siempre he tenido la idea de hacer mi propia marca pero nunca encontraba el nombre perfecto, hasta que un día se me ocurrió el nombre Epoca. Este nombre es perfecto para mí porque el mensaje que quiero transmitir es “Enjoy your Epoca” algo similar a disfrutar del momento.
Suena muy interesante, ¿llevas mucho tiempo con esto?
La verdad es que desde siempre he querido sacar mis camisetas. Me acuerdo que cuando era un niño intenté poner una camiseta blanca en la impresora para imprimir mi propio diseño en ella. Por suerte no le paso nada a la impresora jajajaja.

«Cuando volví a Italia hice la maleta para volver a Barcelona con un billete de solo ida.»
Ahora estoy en un proceso de creación de la marca, estoy aprendiendo mucho sobre los materiales de la ropa y cuanto de difícil es sacar productos de calidad. Me gusta hacer las cosas con tiempo, por eso de momento he sacado solo tres modelos de camisetas. Lo importante es seguir paso por paso sin parar. También estoy trabajando mucho en la website la cual ya está funcionando http://www.epocaskateco.com/
¿Cuáles son las mayores dificultades con las que te has encontrado a la hora de emprender este proyecto?
Las dificultades son muchas. La primera es la falta de tiempo y la segunda es encontrar fondos para sacar la nueva producción. Pero no me importa tardar un poco, no tengo prisa, prefiero perder unas semanas o meses para hacerlo y quedar al final orgulloso de mi proyecto.
Cuando algo que deseas es difícil pienso que no existe el ‘’no puedo’’ y si que existe el ‘’no quiero’’ ya que la clave es el esfuerzo y la constancia. Si realmente quieres algo en la vida lucha y lo puedes conseguir.
Una reflexión muy bonita y llena de fuerza. Personalmente seguiremos muy de cerca la pista de Epoca y de todo lo que hagas Stewie. Un abrazo y muchas gracias por tu tiempo.
Muchas gracias a ti por la oportunidad con Guerrilla Skatezine, ha sido un placer pasar contigo estos días.

Entrevista por Rafael Álvarez
Fotografía por Rafael Álvarez
Special thanks to Epoca Worldwide
¡Esta entrevista la puedes ver en el Guerrilla Skatezine número #8 haz click aquí para conseguir una copia!